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Sex Education

 

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Acabemos todos juntos… la invitación de los chicos de Moordele a ver la cuarta y última temporada de Sex Education. Los vamos a extrañar.


En octubre de 2021 les compartí 5 razones para no perderse Sex Education, esas fueron:


  • Nunca es tarde para aprender de sexo, la sexualidad, ni mucho menos comenzar a tener una relación más sana con nuestro cuerpo.


  • Expone una visión real de qué es el amor, y en especial que no hay una sola manera de sentirlo y/o expresarlo. Si el mundo es diverso, por qué no lo sería el amor.


  • Por qué tiene que seguir siendo tabú hablar de sexo, más con los adolescentes. Una etapa donde las hormonas están a millón, y en la cual, se necesita información oportuna.


  • No todo es sexo, también es una serie sobre la familia y las relaciones padre e hijos. 


  • Nos demuestra que a los hijos hay que hablarles, de nada sirve ocultarle las cosas. 


Hoy (25/09/2023) sigo creyendo que estas razones son más que suficientes para darle una oportunidad. Incluso hasta la podrían ver en familia, en especial en esta temporada que la historia se desenvuelve en el instituto Cavendish, una escuela progresista donde todo es positivo, sostenible y los estudiantes mandan. 


Lo que te quiero decir es que, para ver esta serie hay que abrir la mente, soltar los prejuicios y sentarse dispuesto a hacer un viaje de ida sin regreso, porque siento que Sex Education llegó para educar y re educarnos a muchos. Para ser honesta, aún no entiendo mucho esto de las personas que se autodenominan “queer”, pero sé que es algo de lo cual debo aprender para poder enseñarle a mi pequeña sobre el respeto y las diferencias.


Te recuerdo que está en Netflix y son 4 temporadas con 8 episodios cada una, cargada de ironía, sexo, amor, en especial personajes que te van a robar el corazón como Aimee a mí. 


Aclarado todo esto, llegó el momento de la verdad -tranqui que intento ser cero spoiler- aquí te cuento mí opinión de Sex Education.



Siempre amaré

Sin tapujos, creo que es la mejor manera que he encontrado para definir esta serie. La razón es muy simple, desde el primer segundo hasta la escena final de Otis, se habla de sexo de manera muy natural sin necesidad de mostrar demasiadas escenas explicitas. 


Pero en definitiva, lo que más me sorprendió es que muchos de los problemas de parejas expuestos por los adolescentes son situaciones “cotidianas” de las parejas de cualquier edad, y todo se resume en “la comunicación”. Otis lo entiende y con su sutileza, tratando de entender a las dos partes pone a todos a pensar sobre qué los satisface o que no están dispuesto a ceder para que el otro encuentre placer, e incluso probar. 


Sin embargo, esta temporada no hay muchos consejos sobre sexo ya que nuestro personaje esta resolviendo dos asuntos importantísimos para su vida: cómo llevar una relación a distancia -nada sencillo la verdad- con Maeve y como seguir siendo el gurú del sexo en su nueva escuela, ya que en esta tienen a su propia terapeuta, O. 


Esta distracción -por llamarla de algún modo- nos permitió conocer un poco más de la historia de tres personajes: Adam, Eric y Aimee. Sin menospreciar por supuesto a Cal, Ruby o Jackson. Sino que para mi estos primeros tres, además de que forman parte del cast desde el principio, tuvieron una evolución significativa y esta cuarta temporada les fue un cierre hermoso para cada uno de ellos. 


No les voy a mentir, conecté mucho con Aimee por su manera “ingenua” de ver el mundo, la cual algunas veces las hace parecer muy torpe o hacer comentarios fuera de lugar. Pero también es capaz de saber pedir disculpas, y en especial estar ahí cuando más la necesitan. Y en esta cuarta temporada alzó la voz de una manera muy espectacular, enviado un mensaje poderoso que no te puedes perder. 


De Eric me encantó que descubriera que hay muchas maneras de vivir la religión o espiritualidad y que no siempre el camino son las estructuras tradicionales existentes. De hecho, coincido con la serie de que es necesario abrirse un poco más y ser más inclusivo, Dios es grande y nos ama a todos tal cual como somos. 


Adam es otro personaje, muchos hemos estado en su situación. Sin saber que hacer, con familias disfuncionales, relaciones difíciles con nuestros padres porque nos preocupamos mucho de llenar sus expectativas y nos olvidamos de nuestra propia esencia. 


¡Oh! Casi me olvido de Jane, no quiero dejarla pasar por alto. Los primeros meses con un recién nacido son super desafiantes para las mamis. Sumado a todas las crisis por las cuales transitan los bebés, están los cambios hormonales, emocionales, ni hablar de la transformación del cuerpo. No era el tema principal, sin embargo fue un gran detalle incluir esta realidad por la cual atravesamos las mamis. 


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¿Algo no me gustó?


Aunque parezca que amé la cuarta temporada, debo confesar que no está dentro de mis favoritas salvo el último capítulo y un par de escenas. Después me pareció un poco floja y por ratos sentí que la serie había perdido su esencia. 


Me aburrió mucho la guerra entre Otis y O, y que la historia de Cal quedó en medio segundo plano hasta el final. Y aunque en la vida real a veces el amor se nos escapa, esto no deja de ser ficción, siempre queremos el final soñado para los protagonistas. Pero, pero, pero amé que Maeve se colocara en primer lugar, sacó coraje de no sé donde y fue tras sus sueños. 


¿A ti qué te pareció este cierre?


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